ITALIA PRESUPUESTOS
Roma, 30 nov (EFE).- El primer ministro italiano, Mario Draghi, trata de blindar los presupuestos generales de 2022, que deben ser aprobados en el Parlamento antes de final de año, con conversaciones intensas con los partidos y los agentes sociales, con los que existen discrepancias en impuestos, subvenciones al desempleo y pensiones.
Draghi se reunirá hoy con miembros del Partido Demócrata (PD), de la ultraderechista Liga y de la conservadora Forza Italia, tras haberlo hecho ya con el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y los sindicatos, mientras la patronal Confindustria exige que se la incluya en el diálogo.
El borrador de presupuestos, aprobado por el Consejo de Ministros en octubre, debe ser respaldado por el Parlamento y están surgiendo tensiones entre los partidos y los agentes sociales, que piden modificar puntos relacionados con los impuestos sobre la renta de las personas físicas (IRPF), las subvenciones al paro o los bonos para la mejora de inmuebles.
Primero está la cuestión de los 8.000 millones de euros destinados a aliviar la presión fiscal y los partidos ya han acordado pasar a cuatro tipos de IRPF de los cinco actuales, bajando la retención a las rentas medias. Los sindicatos rechazan la propuesta y piden concentrar la reducción fiscal en las rentas más bajas, al tiempo que solicitan más recursos para incrementar las pensiones.
Además, las formaciones gubernamentales debaten un nuevo gravamen regional sobre las actividades productivas (IRAP), que actualmente es del 3,9 % y que la ultraderechista Liga quiere eliminar para autónomos y sociedades colectivas mercantiles.
La patronal Confindustria ha criticado que los partidos hayan pactado ya una bajada de impuestos en los salarios medios, pero no ayudas a empresas para impulsar su competitividad.
Otro punto de discordia es la renta de ciudadanía, una ayuda dirigida a los italianos o residentes en el país, desempleados y con un patrimonio inmobiliario inferior a 30.000 euros (sin contar la primera vivienda) y un patrimonio financiero de menos de 6.000 euros.
La medida, abanderada por el M5S, contará en 2022 con unos 8.800 millones y más controles para evitar fraude, después de que se hayan descubierto varios casos de beneficiarios que percibían la ayuda sin tener derecho.
La Liga reclama destinar parte de los 8.800 millones a rebajar las facturas de la luz y el gas, mientras que Forza Italia defiende que se utilicen para aminorar aún más la cuña fiscal.
El Partido Demócrata (PD, centroizquierda) apuesta por aumentar las ayudas a centros de asistencia de mujeres maltratadas, y el M5S por permitir que todas las viviendas unifamiliares aprovechen el llamado ‘Superbonus 110%’, que consiente mejorar la eficiencia de inmuebles sin coste para el ciudadano.
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